lunes, 29 de marzo de 2010

!BIEN POR MARÍA CONCHITA!


Ayer, una  apreciada amiga americana me dijo que el actor  Sean Penn había soltado en estos días que “Todo aquél que diga que Chávez es un dictador debería ir preso”. Me quedé perpleja, inmediatamente me explicó que María Conchita Alonso le había escrito una carta abierta a Penn en respuesta a esa afirmación.

Para quien no lo sepa, María Conchita Alonso, es una destacada cantante y actriz nacida en Cuba y criada en Venezuela. Crecí escuchando a esta mujer enérgica e irreverente cantar en la radio o actuar en la televisión. Actualmente, vive en Los Estados Unidos y desde allí ha levantado su voz con una carta enérgica y valiente, llena de verdades tan contundentes y reales que imagino que Sean Penn, por lo menos, debe haberse sentado a reflexionar.

Veo en María Conchita una actitud que muchas veces vi en las calles de Caracas en las protestas que los ciudadanos hemos protagonizado desde que Hugo Chávez asumió el poder hace ya 11 largos años. Me refiero a esa actitud valiente de muchas mujeres venezolanas que no se amedrentan ante un policía, una ametralladora o un tanque del ejército. Muchas veces vi en primera línea de marchas y protestas a señoras jóvenes y mayores increpar a un guardia nacional que sin pensarlo le soltó una bomba lacrimógena o un peinillazo, todo eso como respuesta a una consigna o un reclamo que como única arma tenía la palabra.

Me enorgullezco todos los días de los hombres y mujeres de mi país que siguen protestando, en las calles venezolanas, frente a las crecientes atrocidades del desesperado y decadente régimen chavista. 

Todos en Venezuela, tenemos a alguien que trabajó en alguna empresa, fábrica o hacienda que el gobierno de Chávez  cerró o expropió. Todos tenemos amigos, familiares y conocidos que trabajaban en alguna de las 40 emisoras de radio cerradas o en RCTV,  el canal de televisión al que el gorila ordenó quitar la señal abierta primero y la privada después. En mi caso, son mi cuñado y mi mejor amigo.

Cuando en diciembre  del 2003 salí herida de una protesta contra Chávez, no fui capaz de escribir una carta como la que María Conchita ha escrito. Recuerdo que ese día en la emergencia de la clínica, mientras esperaba que me atendieran, lloré amargamente, pero no porque la herida que tenía en el pie y que me dejó en cama y sin caminar un mes me doliera intensamente, que también, sino por la impotencia y la rabia de que un hermano venezolano me hubiera hecho eso cuando yo la única arma que tenía entre manos era la protesta. Debí escribir una carta abierta a mi compatriota chavista…pero no lo hice.

Por eso, me enorgullece que María Conchita sí sea capaz de escribir una carta cuando ve que un colega expresa algo así. Que bien que los artistas también tengan su opinión, y así como existen Sean Penn y Oliver Stone, existan los que sí ven la realidad y la expresan con datos.

Invito a Stone y a Penn, a que vayan y vivan la Venezuela que todos los venezolanos sufren día a día. La que viven todos por igual, chavistas y no chavistas, la Venezuela de los 100 muertos por fin de semana a manos de la delincuencia, la Venezuela sin luz eléctrica, la Venezuela donde no se puede ver tu programa favorito porque cerraron el canal que lo emitía.

Les dejo el link de la carta traducida de María Conchita, tan llena de verdades, datos y aclaratorias, no sin antes volver a expresar  ¡BIEN POR MARÍA CONCHITA!.

lunes, 22 de marzo de 2010

QUERÍA, PERO NO ME DEJÉ!!!


De mayor, quería ser mujer florero…quería, pero no me dejé!!!! A los 20 quería casarme con mi novio, ese de la primera ilusión, el de los ojos verdes y el amor bonito, pero desde entonces ya era semilla de lo que soy. Ya tenía mi eterna impaciencia como manía persecutoria, y ese no callarme nada  que tantas cosas buenas y malas me ha traído en esta vida.

Por entonces ya leía como posesa, por obligación al principio, como ideología y gusto después. Comencé a escaparme a mundos de palabras, a esos que la lectura me permitía acceder, donde era heroína, princesa rescatada, centro de atención, centro de miradas, centro y ombligo de todo, amante idolatrada, mala malísima, protagonista eterna… para bien o para mal. Y zasss de bruces con la vida, porque resulta que en este mundo, una no es la protagonista de todo. Eres protagonista eterna de tu existencia, pero todos nos giran en torno a  ella.

Como protagonista de esta existencia: leo, viajo, soy hija, hermana y amiga para lo que sea y para siempre, creo, me ilusiono y apasiono a velocidades insospechadas, escribo, suspiro, como y bebo sin restricciones… y opino, opino y opino. Opino hasta la saciedad, sin que me pregunten y sin excusas. Le busco explicación a todo y me obstino en que las cosas sean como yo quiero que sean, sin darme cuenta que las cosas son… y son y existen  sin que sean como yo quiero. Además tengo esa otra convicción de creer que todo el mundo es bueno hasta que demuestre lo contrario, en vez de creerlo al revés para ser más realista en estos tiempos.

Quería callarme más y sólo sonreír, quería ser dócil y cariñosa perpetuamente, pero no sabía hacerlo… y siempre esa manía de esperar para ya y a mi manera, y del QUEEE?????????? seguido de la explosión de sinceridad posterior. Todo ello sazonado con un orgullo de para eso me dio Dios esta boca…muchas veces hubiera estado mejor callada.

Después llegaron Foucault, Derrida, Barthes, Kristeva, Benjamin, Nietzsche y hasta  Freud; y la identidad, la actitud militante, la construcción como género y bla,bla,bla. Todo eso a la licuadora cultural con Delia Fiallo, Cosmopolitan y Vogue, con Jane Austen y Jean Luc Godard, con Sandra Bullock, Julia Roberts, Neruda y Benedetti, y todo lo que sé Y SOBRE TODO LO QUE NO SÉ, NI SABRÉ. Qué difícil es clasificar  y sectorizar el pensamiento, la teoría y no mezclarlo con la vida misma…o sí, pero hacerlo sin obsesiones y sin volverlo una ensalada cultural y mental de mucho cuidado.

Y bueno no me dejé, pero a lo mejor algún día me dejo, o me invento un tipo nuevo, digo un tipo de pensar y ser, porque los absolutos no existen, y me niego a creer en la mujer florero absoluta (que su inteligencia debe tener para poder serlo) y en la mujer que no se calla nunca absoluta (tan bruta a veces)… tendrá que existir un intermedio digo yo.

martes, 9 de marzo de 2010

TELETRANSPORTACIÓN

A que no soy yo la única que espera por este maravilloso avance?….imaginen todo lo que podrían hacer si esto fuera posible.  A mí, con los años se me van desarrollando miedos extraños, como mi miedo repentino a los aviones para vuelos cortos por ejemplo, pero sólo a los aviones pequeños eso sí, sigo disfrutando de los grandes como el primer día, nada como un big AIR BUS 330 ó 340 o un BOING 777 para sentirte como una reina  entre nubes.

Como soñar es gratis, yo imagino lo que haría con una máquina que pudiera teletransportarme:

Amo vivir en Madrid, pero también amo a mi familia, así que  iría a Caracas en cada cumpleaños, comida con o sin  piscina o momento difícil en el que deseara estar con ellos o abrazarlos porque sí.  Ay mi querida Caracas, esa del Ávila hermoso, de la familia maravillosa, la de los pocos amigos que todavía quedan allí, qué placer sería ir tan seguido como quisiera.

Ya por pedir, pediría que teletransportasen a Chávez a un planeta  en otra galaxia, eso sí VACIO para que no pudiera atormentar a nadie con sus largos discursos, ni joder y dejar hechos una miseria a países maravillosos con gente increíble.

Tomaría un café, preferiblemente un Moca con mucha crema, en las escaleras del Metropolitan Museum en New York, luego iría corriendo a sentarme por dos horas frente  a la “Starry Night de Van Gogh” en el  MOMA  y terminaría en La Louis Vuitton de la 5ta Avenida.

Espero que la Teletransportación incluya dinero  en los bolsillos también, así  no tendré que limitarme a mirar esa tienda desde la vitrina. Ainsss como echo de menos esos años de mi vida, cuando vivía con mis padres, esos años en los que podía echarme encima  todo lo que ganaba corrigiendo exámenes en viajes y bolsos o carteras lujosas. Será que me puedo teletransportar en el tiempo también?? Jajaja no completamente falso, aunque ya no me pueda gastar eso, me gusta mucho mi vida actual de mujer soltera que consume todo lo que gana en vivir sola en la carísima ciudad de Madrid. Esta vida me da más satisfacciones personales y menos cosas materiales. Además en Carolina Herrera hay algunos bolsos un poco más asequibles…,para comprarlos ¡sólo tengo que ahorrar unos 6 meses y no el año entero!.

Suspiraría frente al David de Miguel Ángel en la Academia, el Uffizi y la cúpula de La Catedral de Santa María de Fiore en Florencia  y  luego recorrería  el resto de la Toscana italiana comiendo pasta y  bebiendo buen vino para terminar en mi Roma querida donde rememoraría en el Coliseo la primera vez que mis padres me llevaron a la Ciudad eterna cuando apenas tenía 6 años.

Estaría en Miami, con mi otra familia, cada vez que quisiera ver a mis otras hermanas y sobrinas, y por qué no?, cada vez que quisiera tomar un cocktail por Ocean Drive y Lincoln Road, o gastar todo lo que tenga en Victoria Secret, Nine West  o Aldo Shoes. (eso porque los Jimmy Choo, Christian Louboutin y Manolo  Blahnik pasaron a otro nivel con esta crisis)

Viajaría a París con mamá, para que luego de pasar toda una tarde en el Museo D`Orsay recreándome con mis queridos impresionistas, me llevara a la Capilla de la Milagrosa, ese lugar místico al que sólo ella sabe llegar. Ahhhh al final terminaría como en New York, frente a la vidriera de Louis Vuitton de Champs-Elysees, esa que hace esquina y tiene forma redonda con 3 plantas. A lo mejor como voy con mamá y vengo de la capilla de La Milagrosa se obra el milagro.

Recorría la fabulosa ciudad de San Francisco, con su bellísimo barrio Chino, sus camareros guapos en el barrio italiano, y tomaría una copa de vino californiano con mis queridos Lucia y Jerry  mientras vemos caer la tarde frente al Golden Gate.

Llegaría hasta Santiago de Chile para darle un abrazo a Paty y decirle que no tenga miedo que las réplicas siempre pasan y que el pueblo chileno es maravilloso y fuerte. Ya que estamos por allí no me importaría que me llevara a Viña del Mar y Valparaíso y abusando de ella le diría que pasáramos la frontera para disfrutar unos días de Buenos Aires y así comprar libros, bailar tango y tomar vino buen vino argentino, después del insuperable vino chileno eso sí.

Iría cada vez que me apeteciera a una de mis casas preferidas en el mundo entero, a la de Maida en Ámsterdam  para ver crecer su panza, jugar con Lunita, comer buen queso y tener agradables pláticas con ella y Michiel.

Me bañaría en hermosas playas siempre que quisiera. Iría a Cata con Rafa, o con mis hermanas y Kira a Los Roques, podría ir de una vez por todas a las Bahamas con Elena, o me deleitaría con la arena blanca de Cancún.

La playa me ha recordado que debería ir a ver a Gaby en ese tropical Salvador de Bahía, y ya que estamos allí pasaría por Río  de Janeiro o Sao Paulo donde comería una Feijoada con el mayor de los gustos.

Recorrería Asia encantada. Comenzaría por Tailandia con Bangkok  y Phuket, luego Viet Nam y Camboya, para terminar en China y Japón. Uhmmmmm como iba a disfrutar de todos esos paisajes, cultura y comida oriental. Unos cuantos kilos de felicidad traería de Asía.

Wao cuanta familia, amigos, lugares hermosos, vinos, comida y bolsos caros me traería la Teletransportación. Ideal ese orden no?

Bueno pues eso, soñar no cuesta nada, es lo que nos queda mientras  se inventa  la Teletransportación…menos mal que  en estos tiempos de crisis la imaginación  es FOR FREE.

domingo, 7 de marzo de 2010

TRES TRISTES TIGRES O LOS DEPREDADORES DE LA SELVA


En estos días, me leyeron una historia, que creo podría definir perfectamente  la vida amorosa de cualquier  mujer en sus treinta en este s XXI… o la metáfora caricaturizada de ésta.  No es éste, otro ejemplo más de ese tópico de la narración; “Los papeles encontrados”. No, no, no, lo escribió mi amiga Sofie

TRES TRISTES TIGRES, O LOS DEPREDADORES DE LA SELVA by Sofie.

“La frase es más que un trabalenguas infantil, es la metáfora de mi vida amorosa del año 2006. Se refiere a mi deambular por la selva en la que me encontré con los tres tristes  tigres:

El primer tigre, era un verdadero tigre. Un tigre hermoso, famoso e inteligente. Experto en artes amatorias y en ambientes artísticos. Este tigre me devoró, me volvió a devorar y finalmente me devolvió. Ya sé que es una metáfora un poco fuerte, pero eso fue lo que hizo realmente. La rabia y la frustración que dejó este depredador fueron totalmente nuevas para mí…como este tipo de tigres.

El segundo tigre, era uno de los tigres clásicos. Un tigre atractivo y con un trabajo absorbente. Esta clase de depredador  es bastante frecuente en nuestros días, me refiero a esta especie o subespecie  de tigres entre 30 y 40 años. Solteros y empeñados en ser ricos antes de los 45, van por  allí llevándose por delante todo lo que sea necesario, incluso su propia vida.

Esa era el problema de ese tigre, no tenía tiempo para mí, o esa era su excusa, estaba demasiado ocupado en “sus business”. Me gustaba un montón este felino,  tenía todo lo que yo quería en un tigre,  y no me refiero a los business, sino a otras virtudes y valores. Dejarlo o mejor dicho, nunca comenzar algo real con este tigre, fue algo duro y triste.

La herida que dejó abierta el segundo tigre, vino a sanarla (nunca del todo) un tigre totalmente nuevo: el tigre cibernético. Este nuevo depredador es hijo de nuestro tiempo acelerado y tecnológico. Pasé casi 3 meses frente a mi laptop interactuando con este felino, construyendo una relación totalmente virtual, pero que planeaba concretarse algún día. Pues bien ese día llegó, al tenerlo en frente, me di cuenta que era como lo había imaginado. Un solo detalle no planeado en nuestra historia virtual….el tigre ya tenía otra tigrita, real para más luces. Ese es el problema de la distancia espacial, temporal y virtual.

Vivir estas 3 experiencias en un lapso no mayor de 7 meses fue extenuante…aunque nadie podrá quitarme lo bailao definitivamente. Los llamo los tres tristes tigres por lo que representaron: la locura desenfrenada, la cobardía  y el desengaño.

Los tigres con sus zarpazos dejan cicatrices. Pero quiero pensar  que en la selva  existen tipos de especies menos agresivas, menos depredadoras, prefiero pensar eso, de lo contrario tendré que resignarme a la extinción.”

Lo dicho, cualquier parecido con la vida real, es mera coincidencia, digo con la mía, para eso Sofie tiene la suya

miércoles, 3 de marzo de 2010

LO QUE FEBRERO ME DEJÓ Y LE DEJÉ.

Me dejó iniciar este blog, que sólo por eso ya valió la pena todo el mes. Estoy feliz de compartir estas líneas con efecto terapéutico. Además estos textos son el ensayo para ver si de una vez comienzo ese libro que tengo en mente hace tiempo.

Le dejo una ilusión momentánea, unos besos apasionados y una desaparición inexplicable.

Me dejó dos escapadas maravillosas al mundo del arte y sus colores. Un mundo al que siempre puedo volver  para escapar por ratos a ficciones coloreadas. Por un momento soy una bailarina de Degas, en otro me fundo en la sombra de un Zurbarán, poso vestida o desnuda delante de Goya o me columbio mientras  Fragonard me ubica  en un frondoso paisaje. En ese mundo  nunca tengo una forma definida, en él siempre puedo reinventarme.

Me dejó la convicción y decisión de no dejar  que personas, a las que sólo les mueve  la frustración, la envidia y la infelicidad,  afecten mi vida. Me resulta incomprensible que alguien pueda  herir deliberadamente a una persona que en otro momento fue parte de su historia, pero como dice la gente a la que quiero: todo cae por su propio peso, y creo que el infierno de vivir entre malos sentimientos es ya suficiente castigo. No estoy yo para juzgar a nadie.

Le dejo los momentos de tristeza, que también son parte de mi existencia, pero que no permito que permanezcan más de lo que deben.

Le dejo los errores que pueda haber cometido en este mes. No sé por qué extraña razón en mi vida los errores son algo que va en aumento…como los años.

Me dejó mi primer mes oficial buscando trabajo porque  enero fue de vacaciones jeje. Esto  de estar sin trabajo por primera vez desde que comenzó mi vida laboral es duro, pero creo que me está haciendo más fuerte, además fue una decisión que tomé  y de la que no me arrepiento.

Me deja la cuenta positiva, que gracias a Dios me ha acompañado siempre: salud, una familia maravillosa, amigos increíbles y que siempre son más, la convicción de luchar siempre por una  vida y un mundo mejor, ganas de crecer, evolucionar y desarrollarme en todos los ámbitos posibles y la Fe, ese motor sin el que la  existencia  no tiene sentido.