domingo, 27 de marzo de 2016

4. TRANSFERENCIA DE EMBRIONES

Hola a todos,

Hoy llegamos al punto culminante de este proceso: la transferencia de embriones.  La verdad es un momento de muchos nervios, pero también también muy emocionante pues por fin y luego de tanta espera y preparación los embiones por fin están listos para ser transferidos a donde naturalmente pertenecen: el útero materno.

Como les explique en el post anterior, después de 15 días tomando medicinas y hormonas, ya mi útero estaba listo para la transferencia. Eso se sabe por el nivel de hormonas en la sangre y los ecos que te hacen durante esos 15 días. Así que cuando todo estuvo listo se programó la transferencia.

Bien temprano esa mañana, el 21 de julio, me citaron en el centro de fertilidad donde también está el Laboratorio de Embriología. Es un procedimiento sencillo, sin anestesia local, ni sedación. Antes de transferirme los dos embriones que tenía, habían procedido a descongelarlos y hacerles el hatching; un leve pinchacito que ayuda a que el embrión salga más fácil de su barrera protectora y se pegue en algún punto de las paredes del útero, es decir, el endometrio.


Antes de introducir en mi útero, vía vaginal, la larga cánula donde están puestos los dos embriones la Dra Taylor y la embrióloga me mostraron como estaban en ese momento mis embriones. Me mostraron una foto sacada por los increíbles aparatos del laboratorio, donde se veía perfectamente como el embrión #1, el varón, ya estaba en etapa de hatching, y la hembra o embrión #2 estaba dentro de la membrana de la célula todavía. Ver estas fotos es muy emocionante  y resulta  increible saber hasta el sexo de los embriones que te van a transplantar. Esto no es común en otros países o centros donde no hacen el examen del embrión como en el que yo lo hice, o porque los transplantan al 2 o 3 día después de sacarlos. En mi caso que todo había sido tan cuidado  y siguiendo todas las indicaciones de la Dra Taylor sabíamos todo.



Me hicieron firmar un papel donde afirmaba que me transferían mis dos embriones, que no tenía más embriones congelados y que estaba consciente de que el porcentaje de éxito del proceso era de 25% llegados a este punto y con 41 años. Una vez más me encomendé a Dios y a la Virgen y me transfirieron a mis dos posibles hijos. Ahora solo quedaba esperar que los embriones se pegaran al útero. Te mandan a casa y te dicen que descanses por dos días, después de eso puedes hacer tu vida normal, y tienes que regresar a los 10 días para hacerte el examen de sangre que te dirá si estás embarazada o no.

Se pueden imaginar lo que es esperar esos 10 días, los nervios de saber si estás embarazada o no,  además estás muy sensible porque eres una máquina de hormonas andante pues sigues tomándolas y seguirás haciéndolo hasta el tercer mes si resultas embarazada.

El día 10 llegó, el 31 de julio de 2015. Fui temprano al centro para hacerme el examen de embarazo. Me dijeron que en la tarde la Dra. Taylor me llamaría para decirme el resultado. Debo admitir que yo me sentía embarazada, no tenía síntomas todavía, pero estaba aferrada a mi fe. Sabía que mi virgencita milagrosa  no me iba a defraudar en lo que le había pedido. Mi mamá además me había comprado 2 figuras del niño Jesús que trajo desde España, ella siempre me decía que donde estaba el niño Jesús ahí había niños. A ella le había pasado conmigo, no quedaba embarazada y alguien le regaló un niño Jesús, a los pocos meses se embarazó de mí. 

Igual ese 31 de julio fue muy tenso, aunque estaba aferrada a mi fe, siempre tienes un poquito de nervios y miedo. Daniel que no es creyente como yo estaba desesperado por saber. Sabíamos que no nos llamarían hasta las 2 de la tarde aproximadamente. A las 2  viendo que no llamaban fuimos a la farmacia y compramos una prueba...y la prueba salió positiva!!!!! pero la línea que lo afirmaba estaba muyyyy clarita, así que seguíamos un poco nerviosos.

A las 4 de la tarde llamó la Dra. Taylor y nos confirmó que estábamos embarazados   Por supuesto, es un momento de emoción muy grande. Lloramos, llamamos a nuestras familias y yo di muchas gracias a Dios y mi virgencita milagrosa. Nuestro sueño se había cumplido, sin embargo, ahora empezaba una etapa crucial saber si habían pegado 1 o los 2 embriones  y pasar los 3 primeros meses.

Nos programaron un eco que se realizaría 15 días después. Ese eco es el que realmente confirma que el embarazo ha seguido su curso y que ya se puede oír el corazón del bebé o los bebés, y por supuesto en ese eco sabría si tenía 1 o 2 bebés creciendo dentro de ti.

El 17 de agosto, volvimos al centro de fertlidad, muy ansiosos por oir a nuestro o nuestros bebés. Esa vez nos acompañaron mis hermanas y hasta mis sobrinos. Oír el corazón de mi bebé ha sido uno de los momentos más emocionantes de mi vida, y digo oír el corazón, porque en ese eco se confirmó que sólo había pegado uno de los dos embriones. Debo confesar que nos entristeció un poco, pero no teníamos ninguna razón en verdad para no estar locos de felicidad ESTÁBAMOS EMBARAZADOS al primer intento de un proceso in vitro, a mucha gente le lleva varios intentos, y el corazón de nuestro bebé latía fuerte y alto!!!!! Escribí un post sobre ese momento, lo publiqué pero no lo hice público pues quería esperar los 3 meses prudentes, pero lo puedes leer en ese enlace, se llama Un nuevo corazón.



EL proceso era un éxito, tenía 6 semanas de embarazo y de ahora en adelante debía seguir tomando dos tipos de hormonas; estrógeno en óvulos y estradiol en parches por 2 mes y y medio más. 

También debíamos esperar hasta los 3 meses, como todo el mundo para saber si era niño o niña, porque como solo había pegado un embrión no había manera de saber cual había sido. Bueno ya ustedes lo saben fue la nenita la que quedó, pero en ese punto tuvimos que esperar.

En el próximo post les hablaré de cómo ha ido el embarazo.

Un abrazo grande y a todos los que pasan por este proceso FE!!!!!!


Nancy, Dani y baby Mia.