sábado, 16 de octubre de 2010

HISTORIAS DE UN BOLSO CH.



A ver cómo me explico, soy como Carrie Bradshow  en la 5ta temporada de “Sex and the city”…. Es decir, no tengo dinero para comprarme un piso propio, pero si un capital  en bolsos, ella lo tenía en zapatos a punta de Manolos y Jimmy Choo (yo sólo tengo un par de Choo). Pero sí, lo admito tengo debilidad por los bolsos caros, y pensarán: ¿raro en una mujer no? jajajaja pues no, pero mis bolsos  tienen vida propia. A veces salgo y les pasan más cosas que a mí, otras los ven primero que a mí.

Muchos de ellos son fruto del sudor de mi frente, o más bien de mi bolígrafo, o sea de corregir tanto examen. Ahorraba todo el año y al final del año escolar, en mis vacaciones, me recompensaba con un bolso de marca, ¿o no me lo merecía después de un año entero enseñando de pie delante de una pizarra y de interminables noches corrigiendo exámenes? (Quiero volver a ello by the way). Otros, son obsequios del único hombre maravilloso que me hace regalos caros… es decir mi padre. El caso es que ya son un grupito considerable, bello y con clase de Louis Vuitton, Gucci y CH que habita en mi armario.



Entre todos, hay uno que destaca en simpatía, es un bolso Carolina Herrera bastante clásico en forma y con un color perfectamente combinable con todo.  Las historias de este bolso van por el lado financiero-económico, vamos que si trabajara seguro podía hacerlo en La Bolsa jajajajaja. De verdad lo digo, mi bolso CH me ha hecho más llevadera algunas gestiones y ya verán porqué:

1era historia. En la Declaración de hacienda del 2009.

Llegué a mi cita para revisar el borrador de la  declaración de hacienda corriendo desde el trabajo y con mi bolso CH. Al llegar mi turno, me atendió una chica.  Desde que me senté frente a ella y puse el bolso sobre el escritorio no le quitó los ojos de encima. Comenzó a teclear en el ordenador y a echarle miradas eventuales. A la mitad del trámite ya no aguantó más, y me preguntó: ¿es un Carolina Herrera original verdad? Y yo, bueno sí, pensando ahora no me van a deducir nada por tener este tipo de cosas, la chica continuó: ahhh pues es precioso, y yo, Gracias. Le dije que si iba a las Rozas Village podía conseguir bolsos CH con descuentos importantes y que así eran más asequibles, eso sí de otra temporada. En ese momento cambió su mood de funcionaria y fue un encanto, me preguntó por todo lo que podía ser deducible y al final salí con 400 euros más de devolución. Vamos a estar claros, igual me lo hubieran devuelto, pero no de la forma tan amable y rápida que mi simpático bolso consiguió.

2da historia. En el banco.

Me llamaron del banco porque tenía que ir a dar unos datos y tenía que ser en persona. Llegué un poco molesta a la sucursal pensando por qué me hacían perder el tiempo allí cuando todo se hace ahora desde Internet. Al llegar pregunté por el chico que me había llamado, le pregunté por qué me hacía ir hasta allí, y respondió que era un trámite obligado. Me senté y comenzó a hacerme las preguntas, y zasss miraditas al bolso, yo que ya conozco el poder de atracción de mi CH, le pregunté; ¿te gusta? (imagino que no tengo decir que el chico era gay y encantador ¿no?) y me respondió que sí, que era muy bonito y con clase.

Al terminar con los datos, me dijo que tenía una nueva tarjeta de crédito para personas con más capital que el mío, especial para comprar cosas muy costosas y que la tarjeta distribuía el pago en 3 y sin intereses, y que le parecía que yo tenía que tenerla. Jajajaja, se imaginarán mi cara. Cuando me explico que no tenía gastos de mantenimiento, la acepté, eso sí con menos límite de crédito, que en estos tiempos de crisis no estamos para volvernos locos, es más  nunca la he usado ( I´m so proud of me).  Al final me sentí  hasta halagada porque el chico le dijo a su compañera de trabajo:

-          Ves María !cuanto viste un buen bolso! Mira a esta chica que ideal se ve con sus tacones, su vestido y ese bolso maravilloso. Aunque llevara sólo unos vaqueros y una camiseta con ese bolso, ya es otra cosa.

En eso, el chico dio en el clavo, no hay nada como los accesorios para vestir. No es necesario gastarse fortunas en ropa, si eso se sabe combinar con los accesorios adecuados y de buena calidad, en ello sí vale la pena gastarse un poco más. Un buen par de zapatos, un bolso  acorde y  joyas  son imprescindibles para llevar un look completo. Una camisa puede cambiar por completo con un buen collar y un anillo. Un vestido, según que zapatos y complementos puede pasar de ser un vestido de tarde a un vestido de noche.



Pues ya ven,  no sé cómo se comportarán vuestros bolsos, pero mi CH color cobre,  es además de bello y con clase… simpático,  y me consigue declaraciones de hacienda más amigables y tarjetas de crédito fuera de mi alcance. Ciertamente, tus objetos materiales no te definen como persona (definen tu look), pero si  te hacen la vida más llevadera y además son objetos estéticamente bellos, bienvenidos sean.

4 comentarios:

Jhoana Verhook dijo...

Miss Nancy! Como estas?
Estoy segura que desde hace mucho nadie te dice asi jajaja .
Tengo un buen rato entretenida leyendo varios de sus post con este ultimo lo que he hecho es reirme y sentirme super identificada. Solo pocos saben el poder de una buena cartera.

Enit dijo...

Es una historia super divertida.... es increíble como un buen bolso, de marca, puede cambiar la vida...o por lo menos, hacerla más entretenida!!!

HelenC dijo...

ahora quiero irme de shopping por tu culpa, would you liek to join me?

Nana Muskitos dijo...

Muy buen post, Nancy.

El año pasado, en medio de una crisis de identidad y de vida, entré a Carolina Herrera en Panamá y salí con tres carteras más, muchos Dólares menos, y la certeza de que la felicidad también se mide en iniciales del nombre de un diseñador.

Nunca más te he visto por mi blog; you are truly missed.

Besos