lunes, 12 de noviembre de 2012

LAS PIERNAS MÁS BELLAS

Una tarde de esas del verano madrileño; 38º grados a la sombra, volvía de casa de una amiga a quien había prometido cuidar y alimentar al  gato mientras estaba de viaje.

La noche anterior había salido, así que me levanté a las 11:00 am acordándome del gato. Me puse lo primero que encontré; una falda (en Madrid en verano sólo se puede llevar faldas, shorts y camisetas…o te asfixias)  una camisa y salí corriendo a casa de mi amiga temiendo que el gato se hubiese muerto de hambre.

Luego de comprobar que el gato seguía vivo, darle de comer y jugar un rato con él, salí tranquila de la casa de mi amiga. Me puse el ipod, las gafas obscuras y me dirigí a mi casa ya tranquilamente. Justo cuando iba a cruzar una calle y frente al rayado, sentí una mirada insistente. ¿Sabéis cuáles? De esas miradas que te obligan a mirar a los lados  a ver si la cosa es contigo. Pues eso me pasó, y cuando miré al frente al otro lado de la calle a ver quién era... descubrí a un ADONIS mirando hacia mí. No me lo podía creer, volví a dar la mirada de reojo a ver si era conmigo. Comencé a  cruzar la calle y hombretón en cuestión también inició su marcha, yo procuré no cruzar la mirada con él cuando pasó a mi lado, porque aunque no lo creáis uno tiene su vergüenza. Terminamos de cruzar la calle y creí que cada uno seguiría su camino, pero yo continuaba con la misma sensación de que me miraban o todavía peor, de que me seguían.


Caminé 2 calles con la misma sensación, hasta que decidí voltear, porque ya casi estaba segura que el chico me seguía, y en efecto al voltear me encontré con esos ojos verdes otra vez.  Ahora que lo pienso fui una inconsciente porque no podía saber si era un loco, pero sólo pude sonreír.  El chico aceleró el paso, se puso a mi lado y me preguntó: ¿puedo acompañarte? Yo le contesté que la calle era libre.

En cuanto habló lo delató su acento argentino y le dije: obvio que no eres de aquí, Yo me reí y en ese momento sonrió también. Casi me da un infarto con esa sonrisa. No podía creer que ese rubio de 1.90, guapísimo me siguiera para hablar y menos con las pintas que llevaba ese día.

Continuó caminando a mi lado y me preguntó si nos podíamos tomar algo. Le dije que sí pero en un terraza cercana y con mucha gente porque yo no lo conocía de nada.  Y así lo hicimos, nos sentamos a tomar una Coca Cola y comenzamos a hablar. El chico además de guapo era encantador. Hablamos sobre mí y el máster que hacía en ese momento, me contó que trabajaba en una notaria (hoy lo dudo) y que vivía cerca, así que éramos casi vecinos. Hablamos una hora y media más o menos. La pasamos muy bien y al final me preguntó si podía acompañarme hasta la puerta de casa. Le dije que sí y a los 10 minutos ya estábamos en mi portal.

Estuvimos hablando unos minutos más allí y me preguntó si me podía pedir el número de móvil. A esas alturas se lo di encantada. Justo en ese momento soltó lo que me terminó de derretir: ¿Te puedo decir algo?, le respondí: claro. Bueno, bueno lo que vino después…ese Adonis me dijo: Tienes las piernas más bellas que he visto en la vida y acto seguido me dio 2 besos y se marchó. No, No, No, rubor y todo. Flotando a casa entré.

Esa noche, además, me llegó un SMS, donde me decía que estaba encantado de conocerme y que ya nos veríamos otro día. Demás está decir que me encantó el detalle. Por supuesto, le respondí que igualmente. No me importó aquello que me habían contado sobre que los argentinos son muy cuenteros. Yo nunca había ligado con un argentino así que no podía saberlo y además soy de las que piensa que no hay que generalizar y juzgar a todos por igual. Hoy sólo puedo agregar esto: cuando el río suena…

5 días después decidí ponerle un mensaje al chico, literalmente decía: Saludos a la comunidad argentina de la comunidad venezolana. La respuesta fue: ¿Quién eres?. ¿PERDÓONNNN? ¿Cuántas venezolanas has conocido la última semana?, ¿cómo no podía saber que era yo? No había pasado tanto tiempo y  él  envió el primer mensaje.

Me pregunto, para qué tanto esfuerzo, para qué cambias de sentido en la calle, persigues a una mujer 2 calles, la invitas a tomar algo, le sueltas un súper piropo, te portas como un caballero, le envías un mensaje y después  !!!NI TE ACUERDAS QUIEN ES!!!

Tuve que haberle respondido: La de las piernas más bellas…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajajaja....menudo cara dura!! Pero que te quiten lo obvio y es que tienes unas piernas espectaculares...

Sunshine

Vane G. dijo...

Aghhhh!!!!!!!!!!
Éste es de los del saco del "short term memory"... de lo peor!