Para los que me leen en España, probablemente, el nombre de Carlos Andrés Pérez no les dice mucho. CAP, como era conocido, fue presidente de Venezuela en dos oportunidades. Era miembro del partido Acción Democrática y fue uno de los presidentes que hizo de Venezuela ese país moderno y pujante que fue durante los setenta y los ochenta. Aunque sea dicha la verdad, cualquier presidente lo hubiera hecho con la cantidad de dinero que entró al país por aquellos años de bonanza petrolera.
Fue durante el segundo gobierno de CAP cuando Hugo Chávez se convirtió en el cobarde golpista que todos vimos. Chávez, fue el único de su intentona militar que no dio la cara, y fue al único que encontraron escondido como la rata que es en el Museo Militar.
A CAP lo juzgaron por desviar el dinero de una partida secreta en su segundo gobierno y por ello El Congreso lo destituyó. ¡Qué nostalgia! de aquellos tiempos en que el Congreso (o Asamblea Nacional como se llama hoy en día), era independiente del partido de turno y el presidente. Democráticamente, CAP, asumió su destitución y fue juzgado por lo que eran 17 millones de dólares en ese momento. Luego se comprobó que ese dinero había sido utilizado para ayuda internacional a la Presidente Violeta Chamorro en Nicaragua.
CAP, no fue un santo, en su gobierno hubo corrupción, pero lo que nunca se podrá decir fue que no fue un demócrata. Por ello, esta semana en su entierro miles de venezolanos lo acompañaron y lo lloraron. Chávez trató de evitar que esas imágenes se difundieran plantándose con una cadena de radio y TV, pero no pudo evitar que el pueblo venezolano sintiera su muerte y acompañara a CAP. El gorila rojo hasta se atrevió a decir que el entierro de CAP era “un show macabro”, insólito que una persona tan cerca de la muerte (si es verdad que tiene cáncer) diga esto, no debería olvidar con lo folklórico que es, lo que reza aquel dicho popular “LA LENGUA ES EL CASTIGO DEL CUERPO”
En contraste con al segundo gobierno de CAP. Hoy tenemos al Gorila Rojo, que no sólo tiene el gobierno MÁS CORRUPTO de la historia venezolana, sino que además regala millones a diestra y siniestra (muuucho más de 17 millones) a Fidel, Los Kitcher, Evo, Lula, a Correa y a todo el que se arrastre haciéndole la corte, pero claro no hay Fiscal, ni Congreso, ni Corte Suprema de Justicia, ni Ejercito que lo destituya, pues en Venezuela todos los poderes son de él. Se ha encargado muyyyy bien de sacar a todo el que pueda interponerse entre él y sus ansias de poder y así tenemos ya 13 años.
Pero esos 13 años de DESGOBIERNO Y ROBOLUCIÓN, podrían (y digo podrían porque la trampa de Chávez siempre se impone) acabar el año que viene. El 2012 debería ser el año del cambio y lo será si la trampa nos deja. Ni esa campaña de “pobrecito yo enfermo” le va a servir. La campaña perenne que se busca él solo y que debería de contar es la de la delincuencia, la corrupción y la falta de electricidad, hospitales y recursos para los venezolanos en los años de la mayor bonanza petrolera de la historia.
Pero mejor que hablar del desastre de estos 13 años, es hablar de las alternativas que tenemos para el cambio. En estos años, se ha venido gestando una nueva generación de políticos que ya no pertenecen a AD y COPEI (aunque sigo insistiendo que nos ellos se vivía mejor). Los candidatos que mejor van en las encuestas para las primarias del candidato democrático que se enfrentará a Chávez son: Henrique Capriles Radonski, Leopoldo López, María Corina Machado y Pablo Pérez Álvarez.
Henrique Capriles Radonski (39 años) abogado, ex presidente de la Asamblea Nacional, ex diputado, ex alcalde y actual gobernador del estado Miranda, ha hecho suficientes meritos políticos para merecer el cargo. Está más que preparado y hasta fue un preso político del régimen del actual dictador. Objetivamente, debería ser el candidato y futuro presidente de Venezuela.
Leopoldo López (40 años) economista y ex alcalde 2 veces del municipio Chacao. Tiene tanto carisma y preparación que el gobierno de Chávez lo inhabilitó políticamente ante el miedo que le tiene. La Corte Interamericana de Derechos Humanos, ha fallado a su favor y el gobierno venezolano debe acatarlo, así Leopoldito puede ser candidato.
María Corina Machado (44 años) economista y diputada. Tiene ya suficiente tiempo en la política como para manejarse como pez en el agua en ella. Fiel representante de la valentía y fortaleza de la mujer venezolana, no tiene pelos en la lengua para decirle al gobierno lo que tiene que oír. Famosa es ya su intervención en la Asamblea para pedir cuentas al ministro de economía.
Pablo Pérez Álvarez, (42 años) abogado y gobernador del estado Zulia. No lo conozco mucho, pero parece que su gestión como gobernador es muy buena, por ello a nivel nacional lo apoyan.
Estos cuatro políticos se medirán en elecciones primarias en febrero del 2012 para decidir quién será el candidato democrático y único de la oposición venezolana frente a Hugo Chávez. Está difícil, los cuatro son preparados, cosa que a mí me parece fundamental. Ya hemos visto que eso de elegir un presidente sin estudios y sin experiencia administrativa es un desastre. No sólo porque nunca estudió una carrera y solo era un teniente coronel paracaidista, sino porque además se rodeó de un tren ministerial de hombres sin preparación y sin experiencia, que han hundido al país en la administración más desastrosa que se pueda concebir.
Yo voto por elegir a uno de estos cuatro como el candidato, es una cuestión hasta de estética, ya sé que el último que tiene que contar, pero sobrados de títulos y experiencias están los 4. Si además son estéticamente agradables ¿por qué no?
Frente a esto:
Mejor tener a un presidente como Henrique Capriles Radonski; decidido, estudiado y con amplia experiencia política y administrativa. Además no está nada mal. Sólo le faltó casarse con Erika de La Vega, así la primera dama también hubiese sido bella e inteligente. PARA MÍ ES EL CANDIDATO.
Leopoldito, es la estampa del político honesto y luchador. Y ahora con su bella familia, sería el presidente perfecto. Manuela, su hija y Lilian, su esposa lo acompañarían en un gobierno bien presentado. Lilian, por cierto, es una excelente persona, tuve la ocasión de conocerla mientras jugábamos rugby en nuestros años universitarios y luego en el colegio donde las dos impartíamos clases.
María Corina es guapa y preparada, tiene méritos y guáramo, pero no sé si el pueblo venezolano está preparado para que la gobierne una niña de alcurnia. Yo desde luego estaría encantada de que nos representara como cabeza de la gestión en mí país.
En todo caso, cualquiera es añooooosss luz mejor que Chavez, en preparación, experiencia, honestidad ¿y por qué no? en belleza. A ver si después de las elecciones del 2012 podemos evitar ver espectáculos tan lamentables como los que da Chávez en el Palacio Presidencial:
¡QUÉ ASÍ SEA!
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