Este fin de semana hice algo que no hago usualmente, pero quedé tan feliz…. Me refiero a ir al cine. No me gusta ir al cine prefiero ver las pelis, que sí me encantan, en el sofá de mi casa, con o sin compañía, pero como les digo este finde me aventuré hasta uno de esos complejos con 20 salas, en VOS eso sí, ME NIEGO ROTUNDAMENTE a ver las pelis traducidas.
Al llegar, no sabíamos ni qué ver, decidimos en la vía que iríamos al cine, así que nos tocó llegar y ver qué pasaban pronto. En cuanto consultamos la cartelera, una imagen llamó mi atención, era el cartel de la una película que tenía como fondo mi cuadro preferido “La noche estrellada” de Van Gogh. Me acerqué más y vi que era una película de Woody Allen, ambientada en París y con Owen Wilson como protagonista. Nos pareció una combinación tan extraña, que decidimos que ésa era la peli que veríamos, aunque yo ya lo sabía desde que vi las estrellas del holandés, pero eso no se lo dije a A, siempre prefiero “parecer” más democrática
La película fue una sorpresa. Primero, por un protagonista tan poco usual en una peli de Woody Allen, Wilson lo hace genial por cierto. Segundo, por el fume del neoyorquino al escribir la historia, una mezcla de presente y pasado, de elementos cotidianos con elementos surrealistas, todo en el marco de un París a dos tiempos.
Mi asombro y satisfacción con el film crecía mientras transcurría el mismo, no me podía creer que hablara de algo tan parecido a lo que escribí en mi post del año pasado “Vivir y morir en París”, tampoco era nada original de mi parte, es lo que inspira “La ciudad de la luz”.
La película me encantó a rabiar con todas esas alusiones artísticas y literarias del tiempo de la efervescencia cultural de París y las vanguardias. Cada personaje sorpresa que aparecía me producía una sonrisa: Hemingway, Faulkner, Gauguin, Degas, Toulouse-Lautrec, Buñuel, Dalí, Picasso, etc… y muchas veces a A también, lo veía de reojillo.
Los personajes, los lugares y las referencias artísticas hacen “Midnight in Paris” inolvidable…ni hablar de los actores tan dispares entre sí; Katy Bathes y Carla Bruni, Marion Cotillard y Rachel MacAdams, Owen Wilson y Adrian Brody, son combinaciones inolvidables y hasta exóticas.
Uno de los temas del film te da que pensar. Al comienzo de todo, la novia del personaje de Owen le dice “you are in love with a fantasy” y él le responde “I´m in love with you”. Toda la película hace reflexión sobre este tema. Muchas veces las personas se enamoran de la idea o de una fantasía, cuando el objeto del afecto es totalmente lo contrario de lo que se desea, pero la fantasía lo cubre todo, lo distorsiona todo. Rachel MacAdams, hace el papel perfecto para que te des cuenta de ello, ES IN SO POR TA BLE, todo lo contrario de lo que el Soñador GIL (Owen Wilson) quiere, definitivamente he is in love with a fantasy. Menos mal que al final de la historia se da cuenta, no nos iba a dejar Woody Allen así.
En fin, tienen que verla, es una película adorable. Yo no sé hacer críticas de cine, sólo les cuento mi opinión de una película que me ha encantado, además es el film que abrió el Festival de Cannes la semana pasada.
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